Apuntes sobre Codependencia y Arte Moderno

8.7.11

Moonscape, 1965 print


El Triángulo del Drama

El análisis transaccional, nos ofrece una forma de entender la dinámica disfuncional, de la familia que sufre de la adicción de uno de sus miembros.
El sistema disfuncional se postula como la manifestación de un juego transaccional con tres posiciones básicas que interactúan entre sí, para mantener la disfunción o el juego.
A continuación una esquematización de la dinámica básica del triángulo del drama:

1.- Victima: Este jugador se percibe a sí mismo como víctima de las circunstancias, y de las personas a su alrededor. Culpabilizan a los demás de sus problemas y son incapaces de admitir responsabilidad sobre sus actos. Para comunicarse utilizan mucho la manipulación por el sentimiento de culpa. Usualmente es el rol preferido de los adictos activos, pero podría ser practicado por un codependiente también.

2.- Perseguidor: El perseguidor está convencido de que hay una necesidad imperiosa de controlar al adicto y someterlo. De esta manera establece sus acciones como enmarcadas en la tarea de disciplinar, o de controlar la conducta que perciben como inadecuada o intolerable. Las razones de fondo pueden estar justificadas, pero al utilizar la fuerza de manera irrazonable e imponer sus criterios, no sólo esta deteriorando mas las ya dañadas relaciones familiares, sino que terminan justificando aún más la visión de víctima del adicto. La agresión es el método de comunicación que el perseguidor utiliza y muchas veces es contra el adicto y contra el codependiente identificado como rescatador, a quien culpa de la conducta del adicto.

3.- Rescatador: El rescatador se impone la tarea de proteger al adicto de las consecuencias de su uso, y asume responsabilidades por el adicto, interponiéndose además entre cualquier persona que pudiera ser hostil con el adicto. Al "robarle" constantemente las crisis al adicto, le quita la capacidad de aprender de las consecuencias de sus actos. El rescatador encuentra justificación en el hecho de que el adicto se rodea de problemas, con el avance de su enfermedad. Además el rescatador alimenta en su interior, un profundo temor de el adicto colapse, sino se le ayuda..

Estos roles son parte de la dinámica básica de la disfunción familiar que ocurre en la adicción. Los roles no son fijos, sino intercambiables y el adicto, así como cualquier familiar pueden rotar de roles, pero siempre habrá alguien ocupando las posiciones para poder cerrar el triángulo.
También es importante que los participantes hagan conciencia de su parte en este juego y lo suspendan, pues es una pérdida de energía, y se produce una tensión acumulada que termina explotando. Además el resultado final de esta dinámica es el de perpetuar el comportamiento adictivo.

7.7.11

Han Dynasty Urn with Coca-Cola Logo, 1994


El control es una ilusión. No funciona. No podemos controlar el alcoholismo. No podemos controlar las conductas compulsivas de nadie: comer en exceso, una conducta sexual exagerada, la apuesta compulsiva, ni ninguna otra de sus conductas. No podemos (y no es asunto nuestro hacerlo) controlar las emociones, la mente o las elecciones de nadie. No podemos controlar el resultado de los eventos. No podemos controlar a la vida. Algunos de nosotros apenas podemos controlamos a nosotros mismos.
Cuando intentamos controlar a la gente y a las cosas que no tenemos por qué controlar, somos controlados por ellos. Abdicarnos a nuestro poder para pensar, sentir y actuar de acuerdo con lo que más nos conviene. A menudo perdemos el control sobre nosotros mismos.

National Archives (Hide in the City - Paris - 06), 2011 Escondido en la ciudad


Los codependientes son muy buenos empleados. No se quejan; hacen más de lo que les toca; hacen cualquier cosa que se les pida; complacen a la gente; y tratan de hacer su trabajo a la perfección, cuando menos por un corto tiempo, hasta que se sienten enojados y resentidos.

6.7.11

Sin nombre ni fecha (Grafitti)


A veces es difícil de aceptar, especialmente si alguien a quien amas se lastima a sí mismo o a sí misma y a ti. Pero así es. La única persona a la que puedes o podrás hacer cambiar es a ti misma. La única persona que te atañe controlar eres tú mismo.

Natal, 2010


No importa cuáles sean las tácticas, las metas siguen siendo las mismas, Conducen a otras personas a hacer lo que tú quieres que hagan. Las llevan a comportarse como tú piensas que deben hacerlo. No las dejan actuar de modos que tú consideras incorrectos para ellas, pero que quizá intentarían, si no fuera por tu “ayuda”. Fuerzan los eventos de la vida para que se desarrollen y se desenreden de la manera y a la hora que tú has designado. No dejan que ocurra lo que ocurre, o lo que podría suceder. Nosotros hemos escrito la obra, y nos encargaremos de que los actores se comporten y de que las escenas se desarrollen exactamente como nosotros hemos decidido que debe ser. No importa que sigamos colándonos de la realidad. Si nos abocamos a la carga con suficiente insistencia, podremos (creemos) detener el flujo de la vida, transformar a la gente y cambiar las cosas a nuestro antojo. Nos estamos haciendo tontos.

5.7.11

Camino Real (IV), 2010


El amor es una decisión volitiva.

El fracaso no esxiste sólo las consecuencias.

Tu puedes Tu vales y Tu mereces.

Vive y deja vivir.

Los límites comienzan por ponerse en uno mismo.

La tolerancia también debe tener un límite.

Lovers IX, 1965


“Hay un tiempo para soltarse.”
Para cada uno de nosotros, llega un tiempo para soltarse. Sabrás cuándo ha llegado ese tiempo. Cuando has hecho todo lo que se puede hacer, es tiempo de desapegarte. Maneja tus sentimientos. Enfréntate a tus miedos acerca de perder el control. Gana control sobre ti mismo y sobre tus responsabilidades. Dales a los demás la libertad para ser lo que son. Al hacerlo, te liberarás.

4.7.11

Trasparente,1977



No somos las personas que “hacemos que sucedan las cosas.” Los codependientes son aquellas personas que consistentemente, y con gran cantidad de esfuerzo y energía, tratan de forzar que sucedan las cosas.
Controlamos en nombre del amor.
Lo hacemos porque “sólo estamos tratando de ayudar”.
Lo hacemos porque nosotros sí sabemos cómo deben hacerse las cosas y cómo deben comportarse las personas.
Lo hacemos porque nosotros estamos bien y ellos están mal.
Controlamos porque nos da miedo no hacerlo.
Lo hacemos porque no sabemos qué otra cosa hacer.
Lo hacemos para dejar de sufrir.
Controlamos porque pensamos que tenemos que hacerlo.
Controlamos porque no pensamos.
Controlamos porque solamente podemos pensar en controlar.

3.7.11

Fluttering Hearts, 1961 (Corazones aleteando)


Descubre qué necesitas hacer para cuidar de ti mismo. Toma tus decisiones basándote en la realidad y tómalas en un estado de ánimo apacible. ¿Necesitas pedir disculpas? ¿Quieres olvidarte del asunto? ¿Necesitas hablar con alguien de corazón a corazón? ¿Necesitas tomar otra decisión para cuidar de ti mismo? Cuando tomes tu decisión ten en mente cuáles son tus responsabilidades. No tienes la responsabilidad de que los otros “vean la luz” y no necesitas “enderezarlos”. Tienes la responsabilidad de ayudarte a ti mismo a ver la luz y de enderezarte. Si no te sientes en paz con alguna decisión, olvídala. No es tiempo para tomarla todavía. Espera hasta que tu mente esté consistente y tus emociones estén tranquilas.
Cálmate. No necesitas sentirte tan asustado. No necesitas sentirte tan frenético. Mantén las cosas en perspectiva. ¡Hazte la vida más fácil!